Utilizar una protección elevada minimizará los efectos negativos que genera la exposición a la radiación solar, entre los principales: las manchas.
1. Evita la exposición solar directa
La radiación solar es la principal causa de la aparición de manchas cutáneas ya que desencadena una sobreproducción de melanina e intensifica el color de las manchas existentes.
Utiliza siempre un sombrero o una sombrilla cuando vayas a realizar actividades al aire libre.
2. Utiliza una protección solar muy alta y de amplio espectro
Es muy importante que la protección que utilices en el rostro sea SPF 50+ y que sea de amplio espectro. Te protegerá contra las distintas radiaciones visibles e invisibles que alcanzan la piel: UVB, UVA, HEV e IR.
Si tienes manchas en el rostro o tendencia a que aparezcan, utiliza un fotoprotector específico con un activo despigmentante para regular la síntesis de melanina.
3. Evita tocar los granitos
Los procesos inflamatorios como el acné pueden llegar a pigmentar la piel debido a la inflamación que producen.
Si tienes granitos, evita tocarlos, porque las marcas pueden convertirse en manchas fácilmente.
4. Si tomas alguna medicación, asegúrate de leer el prospecto
Algunas medicaciones son fotosensibilizantes, lo que significa que pueden generar la aparición de manchas cutáneas.
Esto siempre está indicado en los prospectos, así que es importante leerlos con atención o, en caso de duda, consultar a un/a profesional médico/a.
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